La formación continua es uno de los pilares básicos para que una empresa se mantenga en el mercado y, no solo eso, es necesaria para que la organización aumente la producción y potencie otras líneas de negocio. Por otra parte, es un factor motivador para los empleados: un trabajador que siente que no puede prosperar y promocionar en su empresa probablemente buscará otro trabajo. ¿Sabes cómo diseñar el plan formativo de tu empresa de cara a 2020? Te damos las claves para que aciertes con la formación que es adecuada para tus trabajadores.
Plan formativo de tu empresa: Fases para diseñarlo
-Detectar las necesidades. Cuando se planifica una estrategia de cualquier tipo lo primero de todo es estudiar el punto de partida o, dicho de otra manera, llevar a cabo un análisis DAFO. El análisis DAFO identifica las Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades. Si te paras a pensar, lo hacemos también en temas más banales o de índole personal: concretamos qué queremos conseguir, a qué problemas nos enfrentamos y qué es aquello que juega a nuestro favor.
Las debilidades y amenazas de una empresa pueden proceder de distintas vías: desde la falta de presupuesto para introducir avances tecnológicos que son necesarios hasta la aparición de una compañía que suponga una competencia directa para tu negocio. Las fortalezas y oportunidades, a su vez, también son diversas: trabajadores resolutivos y con un elevado potencial para adquirir nuevos conocimientos o la posibilidad de ofrecer más servicios y elevar la facturación de una empresa.
La economía no deja de ser un ecosistema vivo que está en constante movimiento. La tecnología, el nacimiento de startups o el cambio en el comportamiento de los consumidores son algunos de los agentes que propician la ebullición del mercado. Una vez realizado el análisis previo, lo siguiente que habrá que plantearse como empresa es dónde quiero llegar y qué herramientas y pasos debo dar para avanzar hasta ahí.
-Conocer cuál es la formación exigida por ley. En el diseño del plan formativo de tu empresa tienes que diferenciar entre los cursos que pueden recibir tus empleados para abarcar más funciones y aumentar la calidad de los servicios que ofrecéis, y la formación que deben tener por ley. El sector de la hostelería es perfecto para explicar este punto. A un camarero se le puede proponer que realice un curso sobre técnicas culinarias o sobre gestión de bares y restaurantes, pero lo que es innegociable es que posean formación en manipulación de alimentos.
Por tanto, para diseñar el plan formativo de tu empresa hay que priorizar los cursos exigidos por ley. En el caso de la hostelería el personal tiene que estar formado en manipulación de alimentos, en materia de alérgenos y los establecimientos deben estar adaptados al Reglamento sobre las Correctas Prácticas de Higiene (APPCC y GPCH). La formación en Legionella no es obligatoria para todos los restaurantes, pero es clave para aquellos que tienen terrazas con nebulizadores.
Además, los trabajadores de cualquier empresa tienen que recibir formación en Prevención de Riesgos Laborales. Para que los empleados gocen de salud y seguridad en sus puestos de trabajo es vital detectar cuáles son los riesgos a los que se pueden enfrentar y fomentar las medidas para evitarlos.
Por supuesto, las personas que en la empresa manejen datos tienen que poseer formación sobre el nuevo Reglamento de la Protección de Datos. El RGPD introdujo cambios como la obligatoriedad de que los visitantes de una web den su consentimiento explícito para el almacenamiento de sus datos (que debe ser específico y verificable). Otras novedades fueron la prohibición de almacenar datos de especial protección (ideología, orientación sexual…), la figura del delegado de Protección de Datos o la necesidad de notificar a la Agencia Española de Protección de Datos los fallos de seguridad.
-Diseñar un plan formativo a medida. Diseñar un plan formativo no consiste en matricular en un curso de cualquier índole a tus empleados: hay que dilucidar que sea pertinente, estratégico y que realmente les interese. Como en las fases anteriores ya se han desgranado cuáles son las necesidades de la empresa y qué se exige por ley, ahora toca decidir cuál es la formación más apropiada para tus trabajadores.
¿Quieres que algún empleado desempeñe una determinada función pero carece de los conocimientos para hacerlo? ¿Han aparecido novedades en tu sector y quieres ampliar los servicios de tu empresa? ¿Hay empleados que han manifestado su interés por formarse en alguna disciplina que es valiosa para su puesto de trabajo? Para el diseño del plan formativo de tu empresa hay que evaluar todos estos puntos.
-Comprobar si tu empresa tiene créditos formativos. La formación de calidad es cara, pero por suerte existe la opción de cursar formación bonificada. Para preparar el plan formativo de tu empresa es esencial comprobar si tu empresa tiene créditos formativos, que se trata de una cantidad económica que después se descuenta de los Seguros Sociales. La formación bonificada es una opción inteligente para que tus trabajadores se mantengan al día en el sector.
-Evaluación de los resultados. Como en cualquier proceso, el último paso radica en examinar si verdaderamente el plan formativo ha funcionado o si es preciso introducir algún cambio.
El lema de PLATEA FORMACIÓN es pasión por la formación, no en vano somos expertos en diseñar formación a medida. Además de la formación online ofrecemos cursos presenciales sobre campos tan distintos entre sí como el sector de la comunicación, de la belleza o incluso el sector médico. Si necesitas que te ayudemos a diseñar el plan formativo de tu empresa, no dudes en ponerte en contacto con nosotros.