La formación aporta un sinfín de beneficios a aquel que la recibe, se mire por donde se mire. Despierta el espíritu crítico y enriquece a los alumnos a nivel personal y profesional. Pero, ¿qué pasa cuando una pandemia desbarata hasta fragmentar el sistema educativo tal y como lo habíamos concebido hasta ahora? ¿El nuevo modelo educativo que nos hemos visto obligados a implementar es realmente mejor que el anterior? Hablamos de algunos aspectos de la formación en tiempos de covid.
Formación en tiempos de covid: cambios significativos
- Los niños van al colegio con mascarilla y gel hidroalcohólico. Si hace un año nos dicen que ya no nos separaríamos de la mascarilla y del gel hidroalcohólico no hubiéramos dado crédito. Los niños deben llevar mascarilla a partir de los 6 años y, si ya para un adulto resulta incómoda, para un niño los efectos se multiplican. En plena pandemia la mascarilla es sinónimo de salud y de respeto hacia el prójimo, lo cual no quiere decir que no se haga muy cuesta arriba llevarla puesta durante 8 horas, por no hablar de las lesiones en la piel que están provocando (brotes acneicos, entre otras cosas).
- Clases reducidas, grupos de convivencia y distancia de seguridad. Si hablamos de formación en tiempos de covid es imposible no mencionar este punto. Una de las mayores preocupaciones desde que se cerraron los colegios en el mes de marzo fue cómo podrían volver los niños a clase sin que esto produjera grandes rebrotes. Pueden parecer males menores, pero que a un niño lo separen de sus amigos o que no pueda tener contacto físico jugando son situaciones anormales para las que los pequeños no estaban preparados. Por otra parte, en las clases se debe tener una distancia mínima de 1,5 metros y hay que ventilar el aula al menos durante 5 minutos después de cada periodo lectivo.
- Cambios en el modelo de impartición de las clases. A raíz de la pandemia de la covid-19, algunos centros educativos han implantado la asistencia alterna, la reordenación de los horarios, los semigrupos paralelos o las entradas y salidas escalonadas. Algunos colegios, por ejemplo, imparten unas horas de la jornada de forma presencial y el resto de horas vía telemática.
- Auge de la formación online. La pandemia hizo modernizarse a todos los centros educativos a marchas forzadas: la formación sería online, o no sería. Se ha demostrado que se puede y que estamos preparados, porque por suerte existen multitud de herramientas para conectarse con otras personas (Zoom, Skype, Hangouts) así como campos virtuales y plataformas para compartir documentos y organizar trabajos (Google Drive, Trello…). Otra de las enormes ventajas de la formación online es que en ella no existen fronteras, y nos permite cursar materias de universidades que están en la otra punta del mundo si así lo deseamos.
Aspectos negativos de la formación en tiempos de covid
- Hemos perdido el contacto. Nunca fue una buena idea resistirse a los cambios, pero también es cierto que en el punto medio está la virtud. La formación online posee numerosos beneficios, pero cuando ese modelo acapara el 100% de la educación se pierde el contacto humano, algo preocupante a edades tempranas, que es el momento de forjar amistades.
- Dificultad de los niños pequeños para prestar atención en las clases online. Entre los aspectos negativos de la formación en tiempos de covid es vital citar la enorme dificultad que supone para los niños de 3 y 4 años seguir clases con una pantalla de ordenador de por medio. Después de un rato se aburren y pierden la atención, y esto es completamente normal.
- Se han acentuado las desigualdades. Ni todo el mundo tiene más de un ordenador en casa para prestárselo a sus hijos, y ni siquiera todas las personas tienen acceso a internet desde sus hogares. Si a eso le sumamos la cantidad de familias desestructuradas que hacen muy difícil el estudio en casa, sin duda las desigualdades se acrecientan.
Y tú, ¿qué opinas de la formación en tiempos de covid? ¡Cuéntanoslo en los comentarios!