El mercado laboral se encuentra en constante evolución, y las reglas por las que se regía hace unos pocos años ya están obsoletas. Hemos hablado en otras ocasiones de la importancia de la especialización para conseguir un puesto de trabajo, y esa especialización abarca incluso los cursos de inglés que estudiamos. Ahora queremos abordar otro tema interesante y que también resulta estratégico en la búsqueda de empleo: las soft skills. Te contamos qué son y por qué son fundamentales para obtener el trabajo de tus sueños.
Soft skills, habilidades que van más allá de los conocimientos técnicos
Solo hace falta que analices tu entorno para percatarte de que la mayoría de las personas que lo forman han estudiado. El que no se matriculó en un máster al menos tiene una carrera, y los que no encajan en este perfil es porque decidieron estudiar formación profesional o al menos acabaron bachillerato. Es probable que conozcas a alguien que no haya llegado a bachiller, pero seguro que se trata de un porcentaje mínimo. Con esto queremos decir que la gran parte de las personas que aplican a ofertas de empleo en la actualidad poseen hard skills. Las hard skills son habilidades duras, es decir, es el conjunto de conocimientos técnicos que se adquieren durante la formación y la experiencia profesional: programación, finanzas o cirugía son algunos ejemplos de hard skills.
Sin embargo, las soft skills no se aprenden en la universidad. Las soft skills diferencian a unos candidatos de otros, y muchas veces son la clave para decantarse por uno en concreto que destaca frente al resto. Pero, ¿qué son? En concepto es sencillo: las soft skills son habilidades blandas y flexibles que se relacionan con el hemisferio derecho del cerebro, con la parte más emocional. Marcel Robles, investigadora de la Universidad de East Kentucky, en Estados Unidos, sostuvo en un estudio que las soft skills son las capacidades interpersonales y los atributos de cada persona, y que son habilidades flexibles.
Soft Skills: las más importantes
Podríamos hacer una larga lista de soft skills, pero nos vamos a centrar en algunas de las que más valoran los reclutadores de empleo:
- Trabajo en equipo. En una sociedad global donde todo conduce a la creación de comunidades y grupos (las redes sociales son un ejemplo), el profesional debe estar capacitado para trabajar en equipo. Es vital anteponer los objetivos comunes a los individuales, aportar valor y saber trabajar con distintos perfiles de personas.
- Habilidad de comunicación. Los profesionales deben estar preparados para expresarse con maestría tanto por escrito como de manera oral. Es necesario saber articular un discurso y que este se entienda, así como no debemos tener miedo a hablar en público.
- Capacidad de adaptación. El mercado laboral ha cambiado, y hoy estás en una empresa pero mañana puedes estar en otra. Ahora ejerces un puesto con unas funciones, pero quizá mañana tu jefe te añada otras nuevas. Hay que saber adaptarse sin que el desánimo nos atenace y no hay que instalarse en la zona de confort.
- Responsabilidad. Nos dicen desde niños que debemos ser responsables, pero por desgracia no todo el mundo lo es. Ser responsable lleva consigo el cumplimiento de las obligaciones y está relacionado con la meticulosidad, con la disciplina, con la puntualidad, con ser un profesional competente.
- Gestión del tiempo. Hay empresas en las que el nivel de trabajo es muy elevado, y la solución no pasa por alargar tu jornada laboral. Debemos saber priorizar, diferenciar aquello urgente de lo que es importante, y saber distribuir el tiempo entre todas las tareas que debemos realizar.
- Integridad. Al final, que una persona maneje ciertos valores con convicción y sea honesta es uno de los parámetros que no se suelen pasar por alto.
Hemos mencionado solo algunas soft skills, pero existen más: mentalidad de crecimiento, actitud positiva, cortesía… ¿Cuáles consideras tú que son las más importantes? Cuéntanoslo en los comentarios.